Queridos amigos de Zéfiro. Doy inicio al año 2019 con el tema “La importancia de las habilidades blandas y valores dentro del campo laboral”.
Observo como docente, investigadora y coach emocional que cada vez más, las personas se auto exigen estudiar carreras que no les agradan, pero creen les ayudará a ganar más dinero o ascender en los trabajos. Sin embargo, tras hacerlo, miles de ellos, siguen en las mismas, no consiguen empleo, no destacan o peor aún, tienen solo conflictos laborales. ¿La razón?: carecen de habilidades blandas y valores dentro de la personalidad.
Y es que sencillo es llevar cursos, pero sino se trabaja en el interior, la forma de pensar, comunicarse y se camina ligero de presiones internas absurdas, se destila solo inseguridad, se postergan las metas y se anula la creatividad.
Algunas de las habilidades blandas por aprender y cimentar son:
1.- Iniciativa creadora: Un profesional o persona que trabaja es más valorado y se requiere su presencia, cuando siempre tiene algo que aportar, cuando su mente es veloz, creativa y brinda soluciones, salidas rápidas a los problemas cotidianos y lo que indica, resulta eficiente.
Tremendo talento no es posible si se lee poco, se escucha poco y se observa poco. Y en tiempos de auge de todo lo audiovisual, a las personas les cuesta concentrarse y no terminan los libros, mientras que otras, ni los empiezan. Sin embargo, para leer es preciso tener interés por un tema, comprometerse emocionalmente con las líneas y desear “saber”, asunto nada sencillo sino existe el hábito, porque el buen lector se pone feliz cuando tiene frente a sus ojos un material maravilloso y hará de todo por leerlo pronto.
Otra forma de desarrollar esta habilidad es acercarse al arte: teatro, cine, pintura, exposiciones, viajar, visitar lugares nuevos, salir de lo común, así como conocer gente “distinta” desde el punto de vista cultural, salir de la mente rígida y aprender.
Si van a un lugar, les recomiendo dejar sus celulares a un lado y mirar todo lo que les rodea, desde la forma de los cubiertos, hasta el gorrito del mesero, los letreros, adornos, escuchar los sonidos (todo nos enseña algo) y eso sí, evitar quedarse pegados a algo que los distraiga; todo tiene su momento. Y recuerden que, a más cultura, se es más divertido, creativo, veloz para pensar y dar ideas, pero ello, se cultiva.
2.- Claridad en la comunicación: Que estresante y ataque al crecimiento y productividad puede resultar lidiar con personas que poseen problemas para comunicarse, porque no han trabajado en sus temores, porque no manejan el correcto uso del tiempo, porque atraviesan crisis depresivas, ansiedad galopante o sencillamente, viven en su mundo o el ego les cubre los talentos.
Por ejemplo, las personas que asumen cargos y son psico rígidos, parecen jefes de cuartel, adoran las frases “según las normas”, “no podemos trasgredir lo que dice la autoridad”, “esperemos directrices superiores”, etc, etc y se la pasan revisando errores ajenos en lugar de ser pilas y avanzar. Por ello, se les retrasa el trabajo y buscan culpar a otros.
También tenemos a gente que no puede ni escribir bien un sencillo email y entonces, mandará cuatro o seis sobre un mismo tema, preguntado sobre lo mismo varias veces, porque su temor a fallar será constante. Y tener paciencia es lo correcto, pero si este tipo de personas no trabaja en sus emociones y recibe ayuda emocional, donde vaya, tendrá problemas con los demás y se apartarán de su presencia porque hará sentir que “atrasa al grupo”.
Los rodeos en las conversaciones personales, la ida y vuelta de ideas sin llegar a nada claro es otra debilidad en la comunicación, parte de personalidades inestables e inseguras. Y si por ejemplo, tienen que tomar decisiones en una reunión, lo harán en cinco o en meses, porque nadie quiere hacerse responsable o porque el líder o jefe no confía en sí mismo (a) ni en su gente.
3.- Capacidad de análisis y prevención: La gente que sabe ver las cosas en “macro” es maravillosa a nivel profesional, porque no se le escapa nada, ningún detalle. Y si, por ejemplo, le corresponde organizar algo, cubrirá todos los puntos e investigará acerca de los riesgos, pero nuevamente caemos en el tema: dominio del conocimiento y seguridad.
Un trabajador que advierte a sus superiores de peligros de todo tipo en su área es sin duda, valioso y además, de confiar. Por tanto, se concentra en lo que hace, se empapa de los temas de su área y aledaños, observa detalles e investiga siempre sobre los cambios. Es alguien que puede decir “ese tema se abordó así, pero podríamos enfocarnos en este otro aspecto, pero corriendo tale riesgos”.
En la mayoría de escuelas de negocios se habla de “estrategias, ideas top y se hacen alusiones a personas que hacen crecer un negocio o empresa en base a lo que pueden solo vender y sumar como ganancias”. Sin embargo, en muchas de ellas, no se les enseña a los estudiantes acerca de la eficiencia constante, confianza y prestigio que debe generar el trabajo en los clientes y público externo.
Y en la era del consumismo, el reto del buen profesional es saber identificar necesidades para servir, de las mismas que se desprenden productos, así como herramientas de conocimiento fundamentales para realizar negociaciones y pactos con otras empresas, grupos y comunidades.
4.- Compromiso emocional: Que complicado resulta hallar gente que trabaje con camiseta y amor a su labor. Y es que en elevados porcentajes se piensa en “gano poco, daré hasta donde me pagen, no me voy a matar por un negocio que no es mío, aprenderé y haré mi propio negocio, etc”.
Y todo lo descrito es parte del pensamiento del profesional mediocre, sin espíritu de servicio y cero comprometido con su labor. Y con el tiempo, resulta que hacen poco, no hacen nada o jamás empiezan un negocio, porque no están dispuestos a esforzarse, las frustraciones emocionales los sobre pasan y viven, por ejemplo, más concentrados en males de amor, chismes banales, consumismo y aparentar para ser aceptados o sencillamente son apáticos sin remedio por depresión u otro tipo de males de salud mental no diagnosticados.
Los valores que se requieren como convicción para hacer realidad algunas de las habilidades blandas son: honestidad, humildad, responsabilidad, gratitud al oficio, ética, constancia, generosidad, compartir. Sin embargo, los mismos no se incorporan en personas que no cultivan la espiritualidad y solo se sumergen en el consumismo y ego.
Les recomiendo leer el libro “Cuestión de confianza” de Russ Harris, que aborda de modo sencillo y directo la manera en que los pensamientos tormentosos y temores, bloquean tus habilidades y lapidan la confianza que debes tener en ti mismo y te explica de manera clara y con buenos ejemplos, como dar pasos para aprender a pensar y proceder con mayor acierto en la vida. Y saben que, desde mi biblioteca personal, siempre los guio con cariño.
Los dejo reflexionando, mirándose y ¡manos a la obra gente!
Ahora les dejo esta cancioncita de un grupo inglés que viene a Lima este mes, ya mayorcitos, pero eso va estar muy buenoooo. Y me apunto, porque me encanta ir a conciertos, pero de buenos músicos. Les dejo una clásica para prepararse para ese concierto y ojalá nos visiten buenos grupos este 2019 y sino, toca viajar a verlos más lejos.
Que tengan linda semana, ángeles para el camino y luz para sus proyectos
Manjari (Bendiciones)